Nunca dejo que un ángel haga un nido en mi almohada, pero me acuerdo tarde, mi amor.
Hoy me siento a la sombra de tus piernas dormidas y le converso a mi insomio de vos.
Hoy me siento a la sombra de tus piernas dormidas y le converso a mi insomio de vos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario