Yo sólo quería unos mimos, un suspiro de tu ombligo, una sopa con sabor.
Eras un rompecabezas disfrazado de princesa,
eras puro rocanrol.
Aunque a veces digo basta,
en las noches de subasta me la juego hasta ganar.
Como toda señorita, eras bien histeriquita eras una ola en el mar.
Sólo me queda el consuelo de saberme muy tranquilo
YO YA SÉ QUE LA PELEÉ.