martes, 4 de noviembre de 2008

En el silencio de mi habitaciónaún siento el murmullo de tu voz, lastimándome, como un dulce adiós, dejándome vacío el corazón. Casi no duermo, ya he vuelto a fumar. Cada recuerdo es una lágrima. No sé cómo hacer, para estar de pie. Siempre me digo que es la última vez y vuelvo a caer, cuando pienso en ti. No puedo olvidarte si en el último beso, me robaste el aliento. Y no puedo olvidarte si en el último abrazo, aún me pierdo despacio. Y no encuentro aún algún antídoto, para entender que todo terminó. Intento salir de la soledad, darle al destino una oportunidad.

No hay comentarios: